La guía de la inversión en materias primas.
Para entender el mundo de la inversión en materias primas no necesitas un master, necesitas leer este artículo.
Por Javier Narvaez
Adentrarse en el mundo de la inversión en materias primas podría parecer un desafío reservado a los inversores más PRO. Sin embargo, hoy en día con la información que tenemos disponible la cosa ha mejorado bastante. Así que tanto si eres novato como si tienes billetes para enterrar a una vaca, ahora puedes sumergirte en este mundillo con una inversión de capital pequeñita.
Tip zumitero: Tomar riesgos desproporcionados es propio de las películas y no va de la mano con ser buen inversor en la vida real.
La guía de la inversión en materias primas.
¿Por qué invertir en materias primas?
Para empezar, las materias primas siempre tendrán demanda. Esto quiere decir que nunca van a “quebrar”, como sí le puede pasar a una empresa. Pero ojo, porque lo que sí puede quebrar es la cuenta donde operas. Así que cuidadín.
Otro de sus rasgos es que son escasas por definición y cuanto más crece la economía global, más se necesita de materias primas. Ergo, si te logras hacer con algunas de las más demandadas en un momento dado puedes dar un pelotazo. Y por último, en la comunidad zumitera tenemos claro que meter todos los huevos en la misma cesta es de pardillos financieros. Por eso tener una parte del capital alocado en materias primas nos ayudará a diversificar la cartera y a estar ready cuando la inflación se ponga intensa. ¿Lo curioso?
Que aunque hay formas de inversión que te permiten comprar los activos físicos, como el oro y la plata, la verdad es que es más fácil, cómodo y seguro utilizar productos financieros. No es plan de ponerse a almacenar barriles de petróleo en la cochera.
Así que si tú también quieres sacar tajada de ellas, en este artículo vamos a ver cuatro maneras de hacerlo. Lets go!
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ETFs de materias primas
Jugártela a una carta nunca es buena idea, y menos en este nicho. Por eso, los ETFs (Exchange Traded Funds) o fondos de inversión cotizados son una buena opción porque te permiten diversificar entre distintos tipos de materias primas y empresas relacionadas con ellas. ¿Lo mejor?
Que tienen una liquidez muy alta, es decir, que puedes comprarlos y venderlos con facilidad en el mercado sin que la volatilidad te provoque un microinfarto. Los ETFs son ideales para los inversores minoristas que quieren meter la patita en el mundillo.
Hay ETFs que siguen a un solo tipo de material (por si te sientes potentorro) y otros que le meten manteca a un montón de materias primas o compañías relacionadas. Y como el mercado de materias primas puede ser caótico y los precios cambian sin ton ni son, lo más prudente es lanzarnos a por un ETF con una base amplia de activos. Así, si el precio de una de ellas se va al suelo, no arrastrará tu cartera con él.
Tip zumitero: Los ETFs de base amplia son más tranquis, para los que prefieren avanzar lento pero seguro.
Aquí te dejamos algunos ejemplos de ETFs para la inversión en materias primas:
iShares Physical Gold (EGLN): Este ETF rastrea el precio del oro y está respaldado por lingotes de oro físico. Es una forma popular de invertir en oro sin tener que poseer el metal físico.
iShares Physical Silver (ISLN): Similar al anterior, este ETF rastrea el precio de la plata y está respaldado por lingotes de plata física.
L&G All Commodities (BCOM): Este fondo replica el índice Bloomberg Commodity index, con exposición a energía, metales y productos agrícolas.
Tip zumitero: Como hay muchos ETFs, lo mejor es que investigues a partir de las materias primas que te gustan.
Acciones de empresas relacionadas con materias primas
Si no quieres entrar de manera directa a los activos, otra opción es poner tus euros en compañías que se dediquen a extraer y vender esas materias primas. Ergo, le sacas provecho sin ensuciarte las manos. ¿Cómo funcionan?
Pues cuando los precios de las materias primas están por las nubes y venderlas es un negociazo, las compañías que las manejan suelen lograr unos ingresos que dan envidia. Por ejemplo, es lo que le ocurrió a las petroleras en 2022. Sin embargo, hay empresas que se benefician si los precios de las materias primas andan por los suelos. ¿Y eso?
Se trata de empresas que usan un buen puñado de tal o cual materia prima en sus procesos de producción. Y claro, si se les abarata comprarla, sus gastos bajan, aumentan sus márgenes de beneficio y acaban teniendo mejores resultados financieros.
Aquí te dejamos algunas empresas del sector por si las quieres bichear:
Exxon Mobil Corporation (XOM): Gigante del petróleo y gas que se dedica a la exploración, producción y distribución de estos recursos.
Archer-Daniels-Midland Company (ADM): Es un gigante de la producción y procesamiento de productos agrícolas, como aceites vegetales, proteínas y almidones.
Freeport-McMoRan Inc. (FCX): Una de las compañías mineras más grandes del mundo, que se dedica a la extracción de cobre, oro y molibdeno.
Alcoa Corporation (AA): Empresa líder en la producción de aluminio, con operaciones de minería de bauxita y producción de alúmina.
The Mosaic Company (MOS): Empresa especializada en la producción y comercialización de fertilizantes a base de fosfato y potasa.
Recuerda que este tipo de compañías suele tener un carácter cíclico, al estar sujeta a las fases de expansión y contracción de la economía. Es decir, intenta cazarlas en la parte baja del ciclo.
Tip zumitero: No te dejes llevar solo por las cotizaciones de las materias primas y empresas, analiza en profundidad los resultados de las empresas (o sigue la newsletter de Zumitow :P) para saber cuándo una operación tiene sentido.
Operar con derivados: Los futuros
Los futuros son contratos donde te hacen prometerle a otro colega que le venderás o comprarás una cantidad de cierto producto en una fecha específica del futuro. Vamos, como cuando un colega te fía las cervezas del próximo finde por adelantado.
El tema es que cuando empezaron a negociarse los contratos de futuros se utilizaban simplemente para que el producto pasara del comprador al vendedor cuando el contrato vencía. ¿Y ahora?
Pues un montón de traders los usan para especular sobre el precio de las materias primas. O sea, si el precio sube antes de que termine el contrato, el trader vende el contrato a un tercero y se lleva la pasta, cerrando la posición. Y si el precio baja, pues la pierde, así es la vida. Pero ojo, se pueden tomar posiciones alcistas y bajistas, o sea, que “solo” tienen que acertar con la dirección.
De hecho, lo potente (y mortífero) de los futuros es que te permiten usar apalancamiento. Así que, si no tienes mucho pasta, puedes operar con más de lo que realmente tienes.
Imagina que por cada dólar que inviertes, puedes mover 10 dólares del producto. Eso sería un apalancamiento 1:10. Pero cuidado, porque si te sale mal, te irás directo al inframundo.
Tip zumitero: En Zumitow no recomendamos apalancarse puesto que si fallas en la operación te puedes ventilar la cuenta en un pispás. No hay necesidad.
Operar con derivados: Las opciones
Las opciones son otro tipo de derivado que te permiten jugar con el valor de un producto sin tener que comprarlo directamente. Y ojo, porque también tienen apalancamiento. Así que puedes operar con más de lo que tienes en la cuenta.
Ahora bien, en el mundo de las opciones, hay dos bandos: las opciones de compra (call) y las opciones de venta (put). Si tienes una opción de compra, es como tener un vale para comprar un contrato de futuros a un precio fijo (el precio de ejercicio) antes de una fecha límite (la fecha de vencimiento). No estás obligado a hacerlo, pero puedes si te conviene.
Por otro lado, si tienes una opción de venta (put), es como tener un vale para vender un contrato de futuros a un precio fijo antes de la fecha límite. Igual que antes, no estás obligado a vender, pero puedes hacerlo si te sale rentable.
Entonces, ¿cómo se gana el dinero? Bueno, si el precio del futuro es más alto que el precio de ejercicio, puedes vender una opción de compra y llevarte un buen pellizco. Con las opciones de venta, es al revés: ganas si el precio del futuro es más bajo que el precio de ejercicio. ¿Lo chungo?
Que con las opciones no solo debes adivinar cómo cambiarán los precios, sino también CUÁNDO lo harán.
Tip zumitero: Recuerda que los precios de las materias primas pueden ponerse a bailar la conga en cualquier momento.
Conclusión
De las cuatro maneras que hemos visto, te recomendamos las de invertir a través de ETFs y la de comprar acciones de empresas relacionadas con materias primas. Los derivados son demasiado arriesgados para poder dormir tranquilos por las noches,
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