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Invertir o Especular

En este artículo analizamos los entresijos de cada opción, invertir o especular, para que decidas cuál es la que más te conviene.


Por Javier Narvaez

Hablemos de dinero, pero sin los términos raros que le gustan a los carcas. Aquí estamos los zumiteros para hacértelo fácil. Y es que tanto si quieres comprar una vivienda, iniciar tu propia empresa de calcetines de unicornio, o hacer una apuesta rápida en Bitcoin, tienes dos opciones: invertir o especular. Pero, ¿De qué va cada una? Vamos a verlo.

Así invierte Bill Ackman

¿Qué carajo es la inversión?

 Si tuviéramos que hacer una analogía, invertir sería el equivalente de plantar una semilla y con la esperanza de que crezca un buen árbol. Por ejemplo, compras acciones, ladrillo, oro, o la colección completa de vinilos de los Beatles y esperas que su valor aumente con el tiempo. Es más bien un juego de paciencia, rollo esperar a casarte y formar una familia con la chica que te gusta en el futuro. Un ejemplo es ir haciendo aportaciones periódicas a fondos indexados, comprando acciones buscando la rentabilidad por dividendo, comprar pisos para alquilarlos, etc.

Hablemos de especulación

 Si la inversión se puede comparar con una maratón, la especulación podría ser un sprint. Se trata de un juego de alto riesgo y también de alta recompensa, si sale bien, e-hem. Aquí, abres una operación con la esperanza de que el precio del activo suba rápidamente, para luego intentar venderlo justo antes de que las cosa se ponga feas, esto es, que la tendencia se de la vuelta. Un ejemplo bestia de ello fue la burbuja inmobiliaria española, donde la gente compraba y vendía pisos en el mismo día. Y otro ejemplo son las shitcoins que tenían unas revalorizaciones astronómicas en cuestión de horas y la gente se volvía loca operando.

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Encuentra las diez diferencias 

  1. Cuando inviertes, compras un activo esperando que con el tiempo te dé más pasta de la que pusiste. Pero si especulas, haces una jugada financiera arriesgada con la ilusión de sacarle un montón de dinero de una sola vez.
  2. Normalmente, una inversión es a largo plazo, digamos que más de un año. Cosas como activos inmobiliarios y seguros de vida puedes tenerlos hasta 30 años. La especulación es a corto plazo, usualmente menos de un año, y hasta puede ocurrir apostando sobre algo que aún no ha pasado.
  3. En la inversión, el riesgo es moderado en comparación con la especulación, donde el riesgo es altísimo, porque buscan ganancias muy grandes en poco tiempo. Normalmente, los inversores son personas trabajadoras de clase media que ahorran el dinero que ganan el curro, esperando obtener un retorno estable en el futro. Están dispuestos a no disponer de sus ahorros a cambio de un rendimiento relativamente predecible.
  4. Un inversor usa su propio dinero para invertir, mientras que los especuladores a menudo usan dinero prestado, prometiendo a los prestamistas atractivas ganancias. Si quieres más info sobre esto, mira nuestro artículo sobre la estafa que sufrió un zumitero.
  5. Respecto a su actitud, los inversores son por lo general cautos y conservadores, teniendo presente su tolerancia al riesgo. Por su parte, los especuladores son más agresivos e incluso imprudentes. Como las ganancias son muy atractivas y el tiempo para actuar es corto, necesitan esta cualidad.
  6. Los inversores esperan ganar dinero con el cambio en la valoración fundamental de un activo, mientras que los especuladores buscan sacar provecho de los cambios en los precios a corto plazo debido a la oferta y la demanda.
  7. A la hora de tomar decisiones, los inversores investigan a fondo y se centran en los factores fundamentales de la empresa, como su posición financiera, análisis de ratios, etc. Por otro lado, las decisiones de los especuladores se basan en gráficos técnicos, dinámicas del mercado y opiniones o consejos personales.
  8. Prácticas chungas como el tráfico de información privilegiada y las fugas de información son raras entre los inversores. Sin embargo, entre los especuladores es el pan de cada día.
  9. La inversión no da lugar a prácticas como el tráfico de información privilegiada o posibles fugas de información, algo que se ve en las actividades especulativas, ya que sus retornos son muy atractivos.
  10. En la inversión se necesita mucha paciencia, lo que no sucede en la especulación. Sin embargo, las posibilidades de perder se multiplican en las actividades especulativas. 

¿Qué me conviene más?

Y ahora la gran pregunta. Hay inversores buenos y especuladores magníficos. Cómo puedo saber qué estilo es el mejor para mí. Pues, en resumen, todo depende de qué tipo de personaje eres y cómo te va en la vida.

Si eres el tipo de persona que se pone nerviosa cuando pierde 5 euros en una apuesta, la especulación probablemente no sea lo tuyo. La especulación es para los perfiles de riesgo, los que pueden ver cómo su dinero sube y baja como un yoyo sin que les dé un paro cardíaco. Si eres de los que no temen correr riesgos y no te importa perder de vez en cuando, pues quizás esto de especular es lo tuyo.

La tolerancia al riesgo es fundamental para poder armar una estrategia de especulación y/o inversión.

Tip zumitero: Una cosa es el nivel de riesgo que CREES que puedes asumir, y otro el real. E-hem, por eso especular en simuladores no tiene nada que ver.  

Por otro lado, si eres de los que les gusta jugar seguro, entonces la inversión es probablemente más de tu estilo. Los inversores son como las tortugas en la fábula de la liebre y la tortuga: avanzan despacio pero con paso seguro. Son peña que tiene paciencia, que sabe esperar, que duerme tranquila porque confía en que su dinero está seguro y les dará rendimientos a largo plazo.

También te digo que no van a hacerse ricos de la noche a la mañana, pero tampoco se van a despertar un día para descubrir que el mercado se ha fumado su cartera.

¿Los especuladores, son tan malvados como los venden?

Antes de nada, hay que entender que los especuladores son como los surfistas de las finanzas. Cabalgan las olas del mercado, comprando cuando todos están vendiendo y vendiendo cuando todos están comprando. Lógicamente, buscan su propio beneficio, pero aquí está la magia: ese comportamiento es útil para la economía.

Por ejemplo, actúan como arbitristas, ayudando a nivelar los precios. Muchas veces, si una acción está sobrevalorada, ellos venden, y si está infravalorada, compran. Esta acción de compra-venta ayuda a que los precios no se disparen ni se hundan sin control, manteniendo el mercado en cierto equilibrio. No es que sean la liga de la justicia, pero sí tienen su papel en mantener el mercado sano.

Por otra parte, no olvidemos que estos motivados del riesgo a veces meten su dinero en empresas al borde de la quiebra, financiándolas y dándoles una segunda oportunidad. Y como decimos, lo hacen porque esperan obtener un beneficio, no es que sean la Madre Teresa de las finanzas, pero de una forma u otra, su inversión puede ayudar a salvar empleos y negocios.

Pero ojo, como en todas partes, hay gente buena y mala. Algunos especuladores pueden ser oportunistas, operar ultra-apalancados y causar estragos en los mercados, pero otros, juegan un papel importante en el funcionamiento saludable de los mercados financieros.

 Así que no, no todos los especuladores son tan malvados como los venden.

 La estrategia: Suave pero picante

 Como en una buena dieta, la clave está en el balance. Es decir, cómo distribuyes tu pasta entre la inversión y la especulación.

 Una táctica que nos mola a los zumiteros es dedicar la gran mayoría de tu cartera, digamos el 90 por ciento, a inversiones seguras. Estas son las que te van a dar un crecimiento estable y te ayudarán a dormir tranquilo por las noches. Piensa en ellas como el arroz y las verduras de tu dieta inversora.

 Luego, si te va la adrenalina y quieres probar la montaña rusa del mercado, puedes reservar un pequeño porcentaje, quizás el 5 o 10 diez por ciento, para operaciones especulativas, locuras o apuestas atrevidas. Pero por favor, NO lo hagas apalancado, siempre opera al contado.

 Ahí queda la asignación de capital: 90 por ciento inversión, 10 por ciento especulación.

 Y con esto llegamos al final del artículo. Recuerda que nos seguimos leyendo cada mañana en la newsletter de inversión más gamberra de España: Zumitow.

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